Narradora, poeta, columnista y editora colombiana.
Docente y tallerista de Creación Literaria y Procesos de Lecto-escritura. Fundó
la revista literaria Gavia de la Universidad Distrital (2005), la cual dirigió
y editó. Premio Internacional de Poesía, Rostros para autores con un rostro.
Accésit, con las obras Ninguna tierra me habita Y sin embargo soy (2018). Ganó
el concurso de cuento Estímulos a la Creación Artística (Kennedy, 2006) con el
libro Parajes inesperados. Ganó el
segundo puesto en el II Concurso Nacional de cuento El Túnel (2011) con el
texto A la deriva. Finalistas en el
Concurso Nacional de Cuento La Cueva con el texto Mañana será otro día (2012). Publicó Somos náufragos (2013). Su obra ha sido becada, premiada y
publicada en revistas, libros en el Salvador, Colombia, Argentina y Cuba. Columnista en el Periódico El Mañana en
México y Tres mil suplemento Cultural del Salvador. Actualmente, columnista de
un blog en El Tiempo, periódico de Colombia.
Abrazo a mis sombras
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.
Alejandra Pizarnik
Viajo y me sumerjo en mis sombras. Las conozco.
Viajo sin escapatoria de raíces que trepen muros hacia la
lejanía.
Imposible no derrumbarse en sus pantanos, imposible no
ser esto que gime entre grietas y se deja caer en sus profundidades. Imposible
no dejarse llevar por sus corrientes que cierran oídos y labios. Están
adheridas a mí desde mi nacimiento y yo no puedo sino abrazarlas, acompañarlas
y sollozar a su lado.
Las escucho cuando me contemplan en la mañana.
Todas me muestran sus colmillos.
Atadas a mí recorren
senderos que se trazan en la espiral del devenir.
Son aletear que atraviesa mi cabeza
y se mueven en mí con el peso del silencio.
Canto a la vida
Te me vas haciendo un bosque de incertidumbre,
vuelas igual que un diente de león, insecto prehistórico del
tiempo.
Pasajero inalcanzable, sobreviviente de neones.
Eres un árbol sembrado en el nido de mis pájaros rojos.
Neblina cálida que sobre mí aletea
y luego retorna a su sustancia primigenia.
Arrullo que se mece en espiral
y vuelve inevitable a sembrarse en mi pecho.

No hay comentarios:
Publicar un comentario