AMOR en PANDEMIA
“El amor se hace más grande y noble en la calamidad”
Gabriel García Márquez
¿Cuánto del amor
nos resta al final?
Invítame a tus labios
Déjame penetrar
a tus puntos suspensivos…
No quedarán mis huellas
sobre tu piel vencida
No tus besos
que saben a distancia
No el aire
que nos envolvía en uno.
No alcanzan nuestros oídos
alegoría alguna
que venga desde el alma.
Solo, magnificencia
de ésta desnudez que nos arrasa
y nos conduce al fuego de los siglos
como tránsito
de tiempos epidémicos
azote del miedo hacia sepulcro.
Sin embargo, nos, sabemos
en un viaje marinero entre espumas
y eso basta, mi amor
para saber que estamos
en la estela distante de la vida
Como dos plumas,
que escriben sus memorias.
ESCRITURA EN SOLEDAD
Uno, se acostumbra a recrear el abandono
en la quietud del mar de la costumbre
Se obliga a llevar la intimidad asida
como péndulo de ángel
y la fragancia de paz que tienen las paredes
Uno, se alimenta del aliento cultivado
en el paraíso del amor
entre aristas de sus besos y el caos del erizo
Uno, decide quedarse ante el vidriado tiempo
detener el halo de un instante
entreabrir la boca, repasar el inventario
de estar en las chispas de su hallazgo
Uno, descubre en la intimidad de la habitación
andanzas, tacones y vestidos
sus historias de serenos y de albas;
se mueven…
Sí, se agitan sensualmente
quieren salirse del armario y volver a vestir
la desnudez de las estrellas
o irse a un rincón y platicar con la luna
sobre aquel beso de un desconocido
Para no reprimir su alegoría,
Uno, decide entregar tacones y vestidos
en adopción, a alguna madrina joven
otorgar como fetiche un laurel,
en honor a sus servicios y silencio,
mientras
Uno, leva con su otra, cuando el tiempo crece
la misma fecha de cada año
Uno, gasta cada día la esperanza
sin apagar la del día anterior, y confía
en hacer un pacto con la muerte
para que venga sin mayores convulsiones
Uno, mantiene la esperanza
en la quietud del mar de la costumbre
para seguir viviendo al día siguiente
abrirle espacio
a la herida aplazada y
al tránsito de nueva gente por llegar.
Queridos artífices de "Palabras desde el Ático", Toda mi gratitud y mi admiración por la ligereza de este tren de versos. Abrazos múltiples.
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