Bogotá, 1982. Magister en
Creación Literaria de la Universidad Central y Licenciado en Ciencias Sociales
de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Es director del Festival
de Literatura “Ojo en la tinta”. Dirigió el Taller Distrital de Poesía Ciudad
de Bogotá en el año 2018 y 2019. Ha recibido diferentes distinciones, entre
ellas, el Premio Nacional de Poesía Universidad Externado de Colombia, el
Premio Nacional Casa de Poesía Silva y el Premio Internacional de Poesía José
Verón Gormaz de España por el libro Tratado
del alba (2016).
Otros libros publicados: Memorial del árbol (2013), Segundo
Premio Nacional de Poesía Obra Inédita; Diabolus
in música (2014), Premio Nacional de Poesía Ciro Mendía; Georg Trakl en el ocaso (2018); La noche apenas respiraba (2018) Mención
Honorífica Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz
y Finalista del Premio
Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura.
Es cofundador y editor de la Revista
Latinoamericana de Poesía La Raíz
Invertida (www.laraizinvertida.com)
y docente de las universidades Javeriana y La Salle.
GAS MOSTAZA
Un cielo tejido por la lepra
llenó el canal que había en la falda de la montaña
y nos rodeó de punta a punta.
El teniente Rojas disparó varias veces su
lanzagranadas
como quien clausura las puertas de un laberinto
donde la hiedra ha perdido el camino.
Las granadas incendiaron la prisión
y la soga del humo nos apretó el cuello
hasta dejarnos desechos los pulmones.
Incluso el aguacero se colaba
debajo de nuestros cascos de guerra
e intentaba encontrar un pequeño orificio
por dónde respirar.
El infierno tiró al suelo el armamento.
El soldado Orozco le pidió a gritos
a la Virgen María
que le atara el cordón de su bota militar.
El sudor de los fusiles, por primera vez,
me expropiaba del aire
y me cosía los huesos uno por uno
a la risa astuta de la guerra.
Nada quedó a salvo,
ni siquiera las uñas aferradas a las paredes de
cal.
—Han dejado de ser reclutas —nos gritó
el teniente Rojas—, se acaban de graduar como
miembros
activos de las Fuerzas Militares de Colombia
—replicó.
Despertamos con el uniforme lleno de odio,
viejos,
como niños expulsados del paraíso,
con una constelación de sombras rotas detrás de las
orejas.
Existe en el mundo
un alto riesgo de caer en las cadenas
que nos ofrece la
victoria.
Las cosas iban
perdiendo su color natural.
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