Tiempos oscuros nos atraviesan,
sumado a las luchas sociales de los pueblos abalanzados en las calles por la
defensa de sus derechos sociales, políticos, ambientales, económicos; en
últimas humanos, la poesía se erige como el lugar donde todos los dolores
caben, donde todos los amores se juntan, donde la rabia estalla con su traje
brillante, donde la voz que nadie quiere escuchar grita, porque la poesía y el
arte tienen el compromiso de contar lo que se calla en las pantallas de los
televisores, en los canales de información cuyos dueños son los poderosos que
subyugan y sus sirvientes acomodados.
En esa dinámica en la que el
mundo se debatía a diario, la gente del común, los de a pie, los estudiantes,
los trabajadores tratando de sobrevivir,
los que luchan en la primera línea de las protestas, los que no hacen nada
porque todo les vale pero quieren que nada les falte en todo caso, los que
siguen afinando sus técnicas para atornillarse en el poder eternamente, las
mujeres llorando sus muertos, tratando de revivirlos de alguna forma, el
planeta agonizante otra víctima de los mismos victimarios. Lo que evidencia, la
eterna lucha entre explotadores y los explotados.
Entonces un suceso insospechado
para buena parte de la humanidad estalla y sume en una suerte de quietud el mundo,
en un confinamiento con sabor a secuestro que solo brinda la opción de
resguardarse para preservar la vida, pero que a la vez tiene a buena parte de
la población en la disyuntiva de morir infectada por la pandemia del Covid 19 o
de hambre por no poder salir a conseguir su sustento diario.
Es en medio de este panorama en
el que Jorge Buitrago y Francy Liliana Díaz Rozo, poetas por convicción del
municipio de Facatativá-Colombia, convergen en la idea de sostener el encuentro
poético como forma de contención en tiempos tan aciagos, en seguir de alguna
manera encontrándose en el balcón de la poesía y la narrativa, valiéndose de
las herramientas virtuales que tan en boga se pusieron dadas las
circunstancias.
Ante la pandemia, “Poendemia”, es la consigna y el nombre
del proyecto que surge con recitales semanales en los que se encuentran poetas
del ámbito nacional y de todo el continente Americano, en un recital que se realiza todos los sábados
en la tarde noche, llamado “Palabras
desde el ático”; la poesía llena los espacios de los asistentes y a su vez
se convierte en la casa común de quienes nos encontramos a reflexionar el mundo
por el filtro de la literatura, es así como se han dado cita un número
significativo de músicos y poetas. Una fiesta de la palabra que también es una
forma de contención, un bálsamo en medio del encierro, una abrazo en la
distancia.